Por un lado, disfrutaréis de unas influencias astrales indudablemente positivas y que os aportarán una gran ayuda, como es el caso de Júpiter desde la Casa VII o de un excelente trígono de Venus.
Esto dará al mes un sentido favorable, sobre todo para los nacidos en los dos primeros decanatos, es decir, a lo largo de agosto y durante los diez primeros días de septiembre, que disfrutarán de un período bastante bueno para las relaciones y los contactos, las amistades y la vida sentimental. No en vano esta se verá beneficiada de un modo global y podría dejaros vivencias bastante agradables.
Parecerá que estáis entre dos aguas o que atravesáis un período de tránsito: por un lado, cada vez os encontraréis más bajo influencias felices como la del gigante Júpiter, pero por otro será como si el severo Saturno se resistiera a abandonaros totalmente. Por eso será un mes de claroscuros, aunque con un balance positivo.